sábado, 2 de enero de 2010

Los frenos a disco

Foto Los frenos a disco



Los frenos a discos hidráulicos y mecánicos merecen ciertos cuidados especiales, a leer...


  • Una de las mejores formas de comprobar el estado de las pastillas de freno es retirándolas del cáliper. De ser necesario, se pueden repasar con una tela esmeril bien fina en una superficie perfectamente plana, lijándolas hasta sacarle la primera capa. Si después de haberla lijado la pastilla tiene un color oscuro es por que está irremisiblemente contaminada, por lo que habrá que reemplazarla. (Todos a los que alguna vez se nos presentó este inconveniente tratamos de limpiarlas con todo tipo de productos, hasta los más extraños, pero no sabemos de ninguno de ellos que dé resultado.)
  • Si las pastillas de freno entran en contacto con algún tipo de lubricante, silicona o querosén se contaminan y automáticamente pierden su efectividad de frenado. El material con que están hechas las pastillas es abrasivo y por lo tanto necesita estar seco y limpio para cumplir con eficiencia su función.
  • Para extender la vida útil de las pastillas es muy conveniente protegerlas o hasta retirarlas del cáliper cuando se limpia o lubrica la bicicleta.
  • Existen distintos tipos de anclaje para las pastillas en los cálipers, todo depende de la marca. En la línea Shimano todos los cálipers hidráulicos que vienen con las manijas Dual Control nuevas (XTR, XT, LX, Deore) tienen un tornillo en su parte superior, que si lo retiramos las pastillas salen fácilmente hacia arriba. En los modelos más económicos de Shimano, como el BRM465 o el BRM495 y en el hidráulico más básico, el BRM535, retirando el tornillo las pastillas salen para abajo. Este sistema de Shimano de desmontaje de las pastillas es muy similar al sistema que traen los frenos Hope y los MPH de Giant. Los que son muy diferentes son los Hayes o Avid en todas sus versiones: En la cara interna de cada pastilla hay un clip de alambre con el que se la sujeta al pistón; para sacarlas hay que sujetarlas con una pinza y tirar hacia abajo. Marcas como Magura y Formula usan pastillas imantadas que quedan pegadas al pistón, pero que igualmente salen para abajo.
  • En todos los casos, al retirar pastillas hacerlo con una pinza de punta y evitar manosearlas, ya que hasta la grasitud de las manos las perjudica. Una vez terminado el trabajo, apoyarlas en un lugar limpio y seguro, lejos de grasa o lubricantes o cualquier otro producto contaminante.
  • Es muy importante tener en cuenta que cuando estemos trabajando en los frenos hidráulicos, nunca, por ningún motivo, se deberá accionar la manija de freno cuando hayamos retirado las pastillas o el disco, ya que al hacerlo se acciona el pistón y al no estar su apoyo se crea un vacío que hace que le entre aire al circuito, en cuyo caso no podremos colocar la rueda nuevamente, porque las pastillas no lo permitirán, al haber quedado cerradas, o el pistón salido no nos permitirá colocar nuevamente las pastillas. Si esto hubiera sucedido, la única forma de volver a regular el conjunto es purgándolo de cero.
  • Purgar un sistema hidráulico consiste en hacer circular el líquido desde el cáliper hasta la manija o reservorio para que las burbujas de aire que se formaron en su interior salgan y la manija de freno recupere el tacto. Para los que no lo saben, el aire se comprime y el líquido no; por eso, si en la manguera de este mecanismo hubiera una sola burbuja, ésta va a interrumpir el flujo, que no llegará con la fuerza con la que tiene que llegar para accionar, en el otro extremo, el pistón.
  • En el purgado de los distintos tipos de frenos a disco hay que tener en cuenta el líquido a utilizar, que en algunos casos es de freno DOT-3, DOT-4 o DOT-5 y en otros casos es simplemente aceite mineral de muy baja graduación (2W o 2,5W.) Igualmente este tema del purgado es tan extenso que va a requerir alguna nota especial que ya publicaremos.
  • Cuando un disco de freno está ligeramente torcido y hace ese típico sonido de cortadora de fiambre, tendremos que enderezarlo. Para ello pondremos la bicicleta en una posición que nos permita ver la luz que hay entre las pastillas y el disco. Luego colocamos a modo de fondo un papel blanco y giramos lentamente la rueda, observando detenidamente hasta detectar el punto máximo de la torcedura. Una vez detectado éste punto, se puede corregir con un destornillador, haciendo una ligera palanca y con leves movimientos hacia el lado opuesto en que apoya el disco. Repetir la operación las veces que sea necesario hasta obtener el mejor resultado.
  • Un disco derecho pero con muchas batallas libradas puede requerir otro tipo de mantenimiento, es este caso un lijado con tela esmeril fina en la pista de frenado. Esto se hace girando la rueda y abrazando el disco con la lija. De esta manera se limpiarán todos los surcos del disco, el que quedará como rectificado.
  • Practicados algunos de estos procedimientos habrá que tener en cuenta que tanto la pastilla como el disco tendrán que asentarse nuevamente con el uso, y en poco tiempo volverán a tener la potencia de frenado que tenían cuando luego del primer "ablandado".
    En los cálipers mecánicos todo es mucho más simple que en los frenos hidráulicos, ya que solamente se acciona uno de los pistones, mientras que el otro queda fijo. Esto significa que sólo una pastilla es la que se acerca al disco, mientras que la otra queda fija.
    Es importante tener en cuenta que todos los frenos a discos, sean mecánicos o hidráulicos, tienen distinto tipo de regulaciones externas para que el disco siempre funcione paralelo a las pastillas.
    Armándose de tiempo, paciencia y leyendo estas notas, tengan la seguridad que podrán develar el misterio de este tipo de frenos.

Fuente / Autor:
Diego Maldonado
Exact Bikes

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