Muchos ciclistas sufren de alguna forma de dolor en los pies, particularmente en los ruteos largos. A veces un cambio en el modelo o talla de zapato es suficiente para eliminar la molestia, en otros casos un cambio de pedales con otro tipo de fijación sirven al mismo objetivo. Sin embargo, existen algunos trucos adicionales en caso que los anteriores hayan fallado.
Los síntomas son: calor, sensación de quemadura, adormecimiento o dolor. Estos se originan en los nervios de los dedos.
Para llegar al inicio de los dedos los nervios atraviesan un pequeño espacio entre las cabezas metatarsianas (partiendo por esa gran bola que notamos tras el dedo grande), y que es el lugar favorito para posicionar las calas. Junto a lo anterior, se prefieren los zapatos con suelas rígidas, y además los pies transpiran, para más complicaciones si el ruteo es largo y caluroso, usualmente los síntomas se amplifican.
Casi todas las soluciones para aliviar el dolor de pies apuntan a brindar más espacio para estos nervios, o a eliminar la presión sobre la bola del pie. Se deben preferir zapatos más anchos, amplios en la zona frontal, y con cintas en lugar de cordones, que facilitan sacárselos en las paradas de aprovisionamiento o reagrupamiento. También es preferible comprar los zapatos al final del día, cuando los pies están “hinchados” (este consejo es válido para cualesquiera zapatos que queramos comprar).
Es bien conocido que Greg Lemond sufría de dolor de pies, e incluso Shimano diseñó unos zapatos especialmente para él. Los zoquetes también juegan su papel; los de pie fino pueden probar con zoquetes mas gruesos, de modo de dejar la bola del pie con una suerte de acolchado entre el pie y la suela. Para pies más gruesos se sugiere probar zoquetes más delgados que brindan más espacio al pie.
Suelas o plantillas diseñadas especialmente para el pie del individuo pueden brindar un gran alivio, (y esto es bastante más accesible que unos zapatos especiales hechos por Shimano). Existen algunas con un “botón del metatarso”, esto es una pequeña área elevada justo bajo la bola del pie y cuya función es mantener las cabezas metatarsianas aparte para dar más espacio a los nervios en su recorrido. La marca Specialized tiene algo que ofrecer en esta área aprovechando su sistema Body Geometry.
Redistribuir la presión en esta área se puede conseguir tomando otras medidas, por ejemplo; si la suela es rígida las calas deben ser de plataforma amplia, es decir: evitar calas spd con plataformas rígidas. No está demás retirar la plantilla del zapato y examinar que la suela no presente irregularidades que presionen el pie (como las perforaciones de la cala).
Algo que es más radical, pero que tal vez valga la pena si es que nada de lo anterior funciona, es mover la cala más hacia el talón (gradualmente en ambos pies, y bajando un par de milímetros la altura del sillín); algunas personas incluso aconsejan perforar la suela y atrasar la cala unos dos centímetros.
En este último caso se puede consultar el sitio de Joe Friel, que comenta unos modelos de zapatos con estas características y, para documentarse adecuadamente, se puede hacer una búsqueda en Google con la frase “arch cleat”.
Por último, vale la pena mencionar que si los síntomas se limitan a un solo pie puede ser debido al “neuroma de Morton”, a veces llamado neuroma intermetatarsiano.
El origen del neuroma de Morton es la irritación por compresión del nervio interdigital entre las cabezas metatarsianas. Se desarrolla por una dorsiflexión excesiva de los dedos de los pies, muchas veces producidas por los zapatos estrechos o de tacón alto. La teoría biomecánica de esta condición implica la mecánica del pie y del tobillo. Así, los sujetos con músculos sóleo y gastronecmio muy fuertes o que muestran un fuerte pronación del pie pueden compensar este efecto por dorsiflexión de los metatarsianos con la subsiguiente irritación del nervio interdigital (esto es textual de:http://ns8.servidorlinux.com/neurologia/enfermedades/neuroma_de_morton.htm).
El pie es una estructura muy compleja con muchos componentes interdependientes. Los huesos proveen el soporte estructural. La función de los pies es mantener el peso del cuerpo y permitir el movimiento. Al estar parados el peso del cuerpo es soportado por ambos pies, y se distribuye entre la base de los dedos y el talón. La impresión del pie muestra en forma precisa cuáles son las partes del pie que soportan el peso del cuerpo. Si bien los dedos no hacen mucho contacto con el suelo, permiten el equilibrio.
Al caminar, los talones soportan todo el peso del cuerpo en cada paso, y en la medida que se avanza, el peso se mueve desde la bola del pie hasta el talón. Al correr se utiliza más la bola del pie que el talón. Existen actividades que presionan más aún la bola del pie, carreras fuertes y saltar, y esta presión puede ser equivalente a varias veces el peso del cuerpo.
Bibliografìa:
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