Son bastante, y sobre todo, variables los factores que inciden en las lesiones de MTB, el principal hecho que produce varias lesiones viene determinado por el medio en el que se desarrolla esta práctica deportiva: el medio natural, dicho medio no está exento de peligros ya no sólo implícitos en el mismo (orografía, elementos naturales: piedras, arbustos…) sino también factores externos que son tan imprevisible como los anteriores (senderistas, quads, motos…).
Como mencionan la mayoría de autores al respecto, la prevención es la mejor estrategia o defensa ante la aparición de cualquier tipo de lesión. A la hora de prevenir es indudable tener en cuenta al conjunto ciclista-bicicleta como un conjunto en su totalidad y no como dos entes disociados.
Veremos que existen lesiones específicas de este deporte, así como zonas o lugares en la anatomía del cuerpo donde se producen.
LOS FACTORES QUE INCIDEN EN LAS LESIONES EN EL MTB
Aparte del factor medio natural, varios autores mencionan algunos factores vinculados a la práctica del MTB, así mismo Gaulrapp, H.; Weber, A. & Rosemeyer, B. (2001) mencionan los siguientes factores como los determinantes en la aparición de lesiones:
Superficie del camino resbaladiza o con elementos naturales (piedras o baches).
Ciclistas con pobre adaptación al hecho de rodar en grupo (pobre bagaje técnico-táctico).
Excesiva velocidad, este agente está un poco cuestionado ya que se trata de un factor intrínseco a la competición, por lo que en las demás situaciones (práctica de MTB como ocio, recreación…) no sería tan viable.
Por su parte, Kronisch, RL. & Pfeiffer, RP. (2002) establecen las siguientes agentes como los principales a la hora de padecer una lesión:
Irregularidades en el terreno, factor que está en íntima relación con el mencionado anteriormente.
Factores de tipo mecánico, como por ejemplo pinchazos asociados a una velocidad elevada…
Perdida de control de la bicicleta, hecho que sin duda está vinculado al bagaje técnico-táctico del propio deportista.
ASPECTOS GENERALES PARA LA PREVENCIÓN DE ACCIDENTES EN EL MTB
Aspectos preventivos a considerar sobre la bicicleta (Baker, A. 2002):
Mantenimiento mecánico perfecto y realizado de forma continua.
Educación vial básica por parte del ciclista.
ASPECTOS PREVENTIVOS A CONSIDERAR SOBRE EL MATERIAL EMPLEADO
(Hansen, KS.; Engesaeter, LB. & Viste, A. 2003):
Casco bien ajustado, rígido y cómodo para el ciclista
Maillot y Cullote transpirables y adecuados a la estación o época del año en la que se realizan las salidas en MTB.
Zapatillas: cómoda y sobre todo con un grado de rigidez elevado.
Otros elementos: guantes, lentes de ciclismo, etc…
ASPECTOS PREVENTIVOS A CONSIDERAR SOBRE EL CICLISTA
Rodar de forma segura y defensiva.
Adquisición por parte del ciclista de las habilidades y las técnicas que le permitan montar y operar en la bicicleta con seguridad.
Posición del ciclista en la bicicleta.
Chequeo Médico previo que determine la existencia de posibles lesiones o enfermedades de tipo cardiovascular.
Progresar poco a poco tanto en la carga como en el volumen de entrenamiento, de este modo se evita bastante la aparición de lesiones por sobre uso.
Nutrición e hidratación adecuada por parte del ciclista.
Calentamiento y Vuelta a la calma adecuados.
TIPOLOGÍA DE LAS LESIONES MÁS FRECUENTES EN MTB Y ASPECTOS PREVENTIVOS
El ciclismo está en décimo lugar en el ranking por número de asistencias a centros hospitalarios y en el séptimo por índice de lesiones deportivas. Algo más del 30% son contusiones, el 26,5% heridas y el 16,5% fracturas. Además se producen abrasiones cutáneas, esguinces, luxaciones y otros. Estas lesiones se localizan más en las extremidades superiores, seguidas de las inferiores y la cabeza.
Kronisch, RL. (1998); Kronisch, RL. & Pfeiffer, RP. (2002) y Chow, TK. & Kronisch, RL. (2002), señalan como las lesiones más comunes las que afectan a la cabeza/cara, torso y las extremidades superiores (hombro y clavícula fundamentalmente); siendo la tipología de las mismas la siguiente por orden de afectación: abrasiones, contusiones y fracturas (Ver Gráfico).
En un estudio reciente de Kim, PT.; Jangra, D.; Ritchie, AH.; Lower, ME.; Kasic, S.; Brown, DR.; Baldwin, GA. & Simons, RK. (2006), sobre 1037 pacientes practicantes de MTB se apreció que el 46,5% padecieron lesiones ortopédicas, seguidas de lesiones en la cabeza (12,2%), columna vertebral (12%), pecho (10,3%), lesiones faciales (10,2%), abdominales (5,4%), lesiones del aparato genitourinario (2,2%) y lesiones en el cuello (1%). Este estudio concluye mencionando, que la mayoría de estas lesiones se deben a factores relacionados con el equipamiento (vistos en el punto abordado anteriormente).
Otro estudio de Oehlert, K.; Wolk, T. & Hassenpflug, J. (2004), muestra datos bastante antagónicos a los de los autores mencionados anteriormente, en este sentido, muestran como el porcentaje de lesiones más elevado corresponde a la zona cervical y la rodilla (25,7%), seguidos de la zona lumbar (22,8%). El momento de la temporada donde aparecieron estas lesiones correspondió al inicio de la temporada y al final de la misma, siendo la fractura de clavícula la lesión más incidente, y las lesiones tendinosas y/o ligamentosas las que menos.
TRAUMATISMOS
A la hora de catalogar los traumatismos hemos querido diferenciar entre cuatro tipos bastante diferenciados: Contusiones, abrasiones cutáneas o quemaduras, lesiones ligamentosas y fracturas.
Contusiones: Hacen referencia a traumatismos por golpeo directo contra el suelo, contra un obstáculo o contra un vehículo, sin que exista rotura de la piel o mucosas (aunque sí se rompen vasos sanguíneos). Cursan con signos locales de inflamación o hematomas subcutáneos.
Tratamiento: se remite a seguir el protocolo denominado RICES (Reposo, hielo, compresión, elevación y estabilidad).
Prevención: suele depender más de factores externos, aunque si nos trasladamos al ámbito del ciclista aficionado, podríamos decir que la velocidad y conocer el terreno por el que se transita puede ayudarnos a prevenir este tipo de accidentes.
ABRASIONES CUTÁNEAS (ERITEMAS) O QUEMADURAS
Generalmente este tipo de lesiones están asociadas al contacto inmediato de las partes anatómicas más protruyentes de la anatomía humana tras sufrir el ciclista una caída.
Suelen producirse generalmente en la piel que cubre los hombros, caderas (trocánter mayo), codos, tobillos, nalgas y muslos.
La gravedad del eritema puede dar lugar a tres tipos diferenciados [Baker, A. (2002)]:
Primer Grado: Enrojecimiento de la superficie de la piel.
Segundo Grado: La epidermis está rota pero las demás capas de la piel están intactas, por lo que no suelen quedar cicatrices significativas.
Tercer Grado: La piel está totalmente dañada, quizá con exposición de capas subyacentes o grasa y otras estructuras de tejido conectivo.
Tratamiento: Se basa fundamentalmente en limpiar, desinfectar la zona y posteriormente cubrir con apósitos estériles.
Prevención: El ciclista debe poseer un gran bagaje técnico-táctico para manejar la bicicleta con total seguridad, del mismo modo conviene circular a la "defensiva"; pero aún así no estamos exentos de sufrir estas lesiones.
LESIONES LIGAMENTOSAS
En lo que respecta a lesiones ligamentosas es bastante frecuente en el ámbito de la MTB el esguince acromio-clavicular, al respecto Jeys, LM.; Cribb, B.; Toms, AD. & Hay, SM. (2001) definen esta lesión como la rotura parcial o completa del ligamento acromio-clavicular como consecuencia de sufrir un traumatismo sobre el hombro.
Tratamiento: Si se trata de una lesión sin desplazamiento conviene aplicar frío local, reposo de la zona afecta y vuelta gradual a la actividad entre 2-6 semanas. Otra lesión ligamentosa curiosa, aunque no frecuente es la mencionada por Oehlert, K.; Wolk, T. & Hassenpflug, J. (2004), y es la torsión de rodilla por frenar con el pie en el suelo o por quedar bloqueado el pie al no saltar el anclaje del pedal (hecho que en XC si se produce con frecuencia cuando el ciclista se baja de la bicicleta para cargar con ella).
Prevención: Básicamente consiste en adquirir engramas motores que nos proporcionen habilidades nuevas con el objetivo de poseer un dominio y manejo adecuado de la bicicleta.
FRACTURAS
La tipología de las fracturas vinculadas al MTB e incluso al ciclismo en general, es bastante extensa, por lo que en este apartado denominado fracturas abordaremos algunas de las más comunes en nuestro ámbito tras analizar los estudios de Chow, TK. & Kronisch, RL. (2002); Gaulrapp, H.; Weber, A. & Rosemeyer, B. (2001) y Jeys, LM.; Cribb, B.; Toms, AD. & Hay, SM. (2001).
Prevención: Se fundamenta en el dominio de la situación y de la bicicleta que posea el corredor (como ya hemos mencionado) aunque variando de disciplina pueden tomarse más o menos medidas preventivas.
Antes de analizar pormenorizadamente los tipos de fracturas asociadas al MTB conviene recordar la definición de la misma, siguiendo a Rodríguez, LP. & Huso, N. (2002); estos definen fractura como: "Perdida parcial o completa de la continuidad del tejido óseo bien cuando soporta cargas de rotura (fractura), o bien, cuando soporta fuerzas submáximas (fracturas por sobrecarga)".
Fractura de Clavícula: En íntima relación con las fracturas de clavícula se encuentra el ciclismo; las características peculiares y particulares de este deporte hacen que este tipo de fracturas estén totalmente correlacionadas. Así pues, en un estudio de Jeys LM, Cribb G, Toms AD, & Hay SM. (2001) realizado sobre 84 ciclistas (practicantes de Mountain Bike) puede apreciarse como las fracturas de clavícula representan el 13% sobre el total de lesiones, siendo el tipo de lesión que más afecta a los practicantes de MTB.
La causa principal de esta fractura es un traumatismo indirecto sobre la zona concreta, debido principalmente a un impacto violento con una superficie dura tras extender la mano durante una caída (la fuerza suele transferirse por los huesos del antebrazo y del brazo hasta el hombro); la clavícula es comprimida a lo largo de su eje entre el peso del cuerpo que cae y el suelo, y de este modo, las incurvaciones claviculares se exageran y, vencida su capacidad de flexión, se produce la fractura.
Cuando una clavícula se fractura (en su tercio medio sobre todo), generalmente los dos fragmentos forman un ángulo debido a la acción del esternocleidomastoideo sobre el fragmento medial. Como consecuencia de la fractura se ve mermada la anchura del hombro y la cavidad glenoidea gira hacia abajo.
Aproximadamente en la mayoría de ocasiones la clavícula se rompe en su tercio medial, por lo que la clavícula cicatrizará bien sin tener que recurrir a un tratamiento quirúrgico (exceptuando el momento de la temporada o los objetivos del corredor). Por lo que como ya hemos dejado entrever, el tratamiento a seguir suele ser bastante conservador basado fundamentalmente en un seguimiento medico-fisioterapéutico exhaustivo y un "vendaje en ocho de Guarisma".
Prevención: Realizar un ajuste correcto de la bicicleta a la antropometría del ciclista (y no al revés), pero sobre todo mantener un nivel de activación y atención elevado para evitar las caídas.
FRACTURA EN EL CRÁNEO O CRANEOENCEFÁLICO [Celaya, P. & López, JA. (1998)]
En función de los estudios analizados, las lesiones óseas en la cabeza ocupan un porcentaje elevado dentro del MTB; la lesión por excelencia dentro de esta región corporal es el Traumatismo Craneoencefálico (TCE), este puede derivar en consecuencias aún mayores en función de la intensidad que posea.
El mecanismo de producción de los TCE es un mecanismo directo, es decir, se producen como consecuencia de un golpe directo del suelo o algún elemento de la carretera o carril sobre la cabeza del ciclista. Es conveniente realizar un seguimiento detallado sobre la posibilidad de que algún ciclista posea un TCE ya que pueden generar a veces complicaciones potencialmente mortales y consecuencias graves a largo plazo. Se distinguen entre:
Fracturas de la bóveda craneal: habitualmente asociadas a hematomas en el cuero cabelludo o un área localizada de tumefacción y dolor a la presión. En caso de sospecha una fractura de este tipo ha de colocarse al paciente en posición de semisentado (con la cabeza elevada).
Fracturas de la Base del Cráneo: son difíciles de detectar y suelen implicar una hemorragia intracraneal por lo que sus signos más destacables son: epistaxis (salida de sangre por la nariz), otorragia (salida de sangre por los oídos), licuorrea (salida de Líquido Cefalorraquídeo), y hematomas periorbitarios en ambos ojos.
La epistaxis y la otorragia no deben ser taponados.
Prevención: Es bastante obvia ya que se fundamenta en el empleo del casco, tal y como muestra un estudio de Hansen, KS.; Engesaeter, LB. & Viste, A. (2003); del mismo modo, conviene estar alerta ante la aparición de posibles peligros (coches, competidores, animales, piedras…)
Fractura de la muñeca: Dentro de esta región anatómica cobra gran importancia dentro del mundillo del MTB la fractura de escafoides, conviene sospechar su presencia cuando se sufre una caída sobre la mano y cuando se aprecie dolor a la presión sobre el escafoides (aunque generalmente son difíciles de diagnosticar y ha de recurrirse a medidas diagnósticas complejas como RX o escáner óseo). Tal vez también se aprecie tumefacción y "engrosamiento" del eje Anteroposterior de la muñeca.
Fractura de la cabeza del radio: Generalmente se producen como consecuencia de una caída sobre la mano extendida, esto provoca un desplazamiento del codo en valgo y compresión de la cabeza del radio.
Si la fractura no es desplazada puede tratarse con una férula posterior, si no es así, requiere reducción abierta.
Fractura supracondíleas: Se trata de una lesión con bastante incidencia dentro de las lesiones que afectan al codo, se produce por extensión al caer sobre la mano extendida causando generalmente un desplazamiento hacia atrás de la parte distal inferior del húmero.
Cursa con dolor y tumefacción en la zona del codo con notoria deformidad en "S"; e incluso, el pulso (circulación) puede verse afectada como consecuencia de la tumefacción ya mencionada.
Las fracturas sin desplazamiento se tratan con un cabestrillo durante tres semanas, mientras que las fracturas con desplazamiento suelen requerir reducción cerrada.
Prevención: Pueden ser útiles los "padding" para hombros y extremidades, similares a los que emplean los competidores de diferentes disciplinas del motociclismo (motocross, en duro…).
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